28.4.09

Sueño 809 / - Fabián San Miguel


Sueño 809 /

busco a mi madre. En la intimidad, un lagarto abrasa mi mente. Es­toy enfermo, desganado. En la barra de un bar dos hombres juegan a las cartas y toman tranquilizantes mezclados con alcohol, a esta hora de la noche no sé si podría ser uno de ellos. Las alcantarillas beben agua del desierto. Me dirijo a un hotel como coartada. El calor es intenso, doy vueltas en el hall hasta no dar más. Después de pedir una habitación encuen­tro a mi madre tras un cortinado. Dice entre balbuceos que al hacer la disec­ción de una rana ésta dio a luz un ojo. Vuelve a titubear y sus palabras no alcanzan los sentidos. Como una fractura expuesta ella da la sensa­ción de estar inutilizada. En un pliegue veo la pared oscura tras un relieve de tercio­pelo. La cama es demasia­do rígida, incómoda. Me levanto para tomar agua en el baño y caigo desvane­cido por las pastillas. Desfi­guro mi rostro contra los azulejos del borde de la bañera, casi sin sentirlo. Al amanecer, la sangre corre más roja, más liviana.

Texto: Fabián San Miguel.
Artista plástico: J. K. Potter.